En esta zona de Grecia encontramos montes boscosos que terminan en extensas y solitarias playas de dunas y pinos, en las hemos llegado a ver a las escasas tortugas marinas.
Estas largas playas se encuentran salpicadas de pequeños pueblos que antiguamente se protegían de los piratas con sus castillos.
Aprovechando las posibilidades de acampada que ofrece este litoral hemos pasado aquí varias semanas disfrutando de la tranquilidad y adentrándonos en las montañas para explorar los barrancos, que abundan en la cuenca del río Neda.
Este río es conocido, en la mitología griega, por ser el lugar en el que paso su infancia el Dios Zeus, y no es extraño que estos parajes sean legendarios; viendo las cascadas, estrechos y oscuros que han formado el agua y el tiempo.
